Acaso, ¿es posible amar y odiar al mismo tiempo? El amor que siento por ti se alimenta de odio y así es su forma de crecer. Si amor y odio son opuestos, ¿odiándote no te estoy dejando de querer? Tal vez si no te quisiera, no te odiaría, pues no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, eso dicen. Y si no te aprecio, ni para mal, ni te odiaré ni te amaré porque no habrá sentimiento alguno por mi parte sobre ti. Entonces, ¿quién odia también ama? Quizás, el paso del amor al odio, como lo solemos llamar, no sea más que un cambio en la forma de amarnos. ¿Qué dirán los que ven el amor como solución a las guerras, si el amor es una forma de odio?

Quiero dejarte de odiar, pero temo dejarte de amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario